Diseño y validación de criterios de competencias para el farmacéutico asistencial

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Diseño y validación de criterios de competencias para el farmacéutico asistencial

 

Design and validation of criteria of competencies for the pharmaceutical professionals

 

 

Liliana Mateu López,I Sonia Pérez Arrazcaeta,II Caridad Sedeño Argilagos,I María Mercedes Cuba VeneroI

I Instituto de Farmacia y Alimentos. Universidad de La Habana, Cuba.
II Empresa Provincial Minorista de Medicamentos del Este. La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN:

Objetivos: diseñar y la validar un instrumento para evaluar las competencias y los niveles de desempeño de los profesionales farmacéuticos que laboran en los Servicios Farmacéutico Comunitarios y Hospitalarios en Cuba.
Métodos: el diseño inicial del instrumento se realizó por el equipo de trabajo empleando el método de tormenta de ideas. Se analizó la validez de contenido del instrumento mediante criterio de expertos, para lo cual se determinó el número óptimo de especialistas necesarios para integrar el panel de expertos, así como los criterios de inclusión en el grupo. La evaluación del instrumento por parte de los expertos se realizó a través de los criterios de Moriyama. El instrumento fue aplicado a una muestra piloto compuesta por 20 profesionales de los servicios farmacéuticos comunitarios y 10 profesionales de los servicios farmacéuticos hospitalarios de La Habana. Empleando los resultados del pilotaje se determinó la fiabilidad del instrumento, a través de un método de consistencia interna: Coeficiente Alfa de Cronbach.
Resultados: el número óptimo de expertos resultó ser nueve y los mismos realizaron la evaluación del instrumento. A partir del criterio de los expertos y después de transcurridas las rondas de evaluación el instrumento quedó conformado por cuatro dimensiones que son consideradas como las áreas donde se deben demostrar competencias, 20 variables que equivalen a las competencias necesarias en los Servicios Farmacéuticos y 113 indicadores de desempeño. Se obtuvo un valor de Coeficiente Alfa de Cronbach de 0,8 por lo que se puede plantear que la fiabilidad es buena.
Conclusiones: se diseñó un instrumento que establece las competencias necesarias para los profesionales de los Servicios Farmacéutico. Se validó el instrumento, a través de un método de expertos y otro de consistencia interna.

Palabras Clave: instrumentos; expertos; validación; competencias.


ABSTRACT

Objectives: in this paper the design and validation of an instrument is performed to evaluate the skills and performance levels of pharmaceutical professionals working in the Pharmaceutical Community Services (CFS) and Hospital (SFH) in Cuba.
Methods: the initial design of the instrument was performed by the team using the method of brainstorming. The content validity of the instrument by expert judgment, for which the optimal number of specialists needed was determined to convene the panel of experts, and the criteria for inclusion in the group, was analyzed. The evaluation of the instrument by the experts was performed through the Moriyama criteria. The instrument was applied to a pilot sample of 20 professionals SFC and 10 professionals SFH from Havana. Using the results of piloting the reliability of the instrument it was determined through a method of internal consistency: Cronbach's alpha coefficient.
Results: the optimal number of experts and found to be nine same instrument made assessment. From expert judgment and after elapsed rounds of evaluation the instrument was composed of four dimensions that are considered as areas where they must demonstrate competence, 20 variables equivalent to the skills needed in Pharmaceutical Services and 113 indicators performance. A value of Cronbach's alpha coefficient of 0.8 which can raise good reliability is obtained.
Conclusions: an instrument which provides the necessary skills for professionals Pharmaceutical Services was designed. The instrument is validated, through a method other experts and internal consistency.

Key Words: survey; validation; expert; instrument.


 

 

INTRODUCCIÓN

En medio de la diversidad de situaciones existentes en los países de América, se constata un cambio general y positivo tendiente a revalorar el papel de los Recursos Humanos en Salud, especialmente del Factor Humano y a especializar las funciones de desarrollo de estos. En la última década, el rol del Farmacéutico experimenta un cambio, se ha comprendido la participación de este en la clínica de una manera más activa. Resulta necesario centrar esfuerzos en apoyar a los profesionales sanitarios en todo aquello que contribuya a favorecer la excelencia clínica con vistas a una mejora continua de la calidad de los productos y servicios que se ofrecen a la población. En este contexto se plantea como reto importante la actualización continua de los conocimientos, el desarrollo permanente de habilidades y competencias que son necesarias para el desarrollo de los Servicios Farmacéuticos (SF)1 para alcanzar niveles de desempeño que satisfagan las necesidades de los pacientes y otros prestadores de salud contribuyendo así a la eficiencia de los servicios. De lo anteriormente expuesto se infiere que el pilar fundamental de las organizaciones son las personas que las integran, por tanto se requiere conocer las competencias que cada puesto exige y las que cada persona ofrece, así como los niveles de desempeño que alcanza cada profesional.

En este sentido en el Reino Unido, la Facultad de Salud Pública (Faculty of PublicHealth) es responsable de definir las competencias para los profesionales en salud pública.2 En este marco, un grupo de trabajo definió las competencias para los farmacéuticos de salud pública en el ámbito de práctica general (comunitario) y especialistas. El sistema reconoce las diferencias entre recién graduados y profesionales con experiencia y cuenta con un sistema de portafolio, donde el profesional registra las competencias adquiridas e incluye la documentación correspondiente. Este portafolio se utiliza en la evaluación de competencias por pares profesionales, sobre aquellas que el sujeto evaluado posee y las que requiere desarrollar.3 El sistema se utiliza para identificar las necesidades de formación y el cumplimiento de requisitos para el ingreso a programas y cursos de posgrado y de educación permanente. Por otra parte, la Agencia de Salud Pública de Canadá (PublicHealth Agency of Canada), también ha definido las competencias principales (core competencies) con el objeto de mejorar la salud pública en el país.4 En España, específicamente en la comunidad de Andalucía, están establecidas las competencias profesionales de los farmacéuticos, en manuales de competencias de los Servicios Farmacéuticos Comunitarios y Hospitalarios enmarcados en el "Programa de acreditación de competencias profesionales del sistema sanitario de Andalucía". Este programa establece un sistema de acreditación que es solicitado por el propio farmacéutico y que le da niveles de acreditación en función de las competencias que haya alcanzado.5,6 A pesar de que hacia fines de los años noventa, la OMS identificó y recomendó el desarrollo de competencias que fuesen más allá de los conocimientos propios de la profesión, conocidas como el Farmacéutico de siete estrellas,7 en Cuba no se establecen las competencias profesionales del farmacéutico en el sector asistencial, por lo que resulta pertinente el diseño de un instrumento para medir las competencias de los profesionales farmacéuticos y sus niveles de desempeño, así como su posterior validación.

Para validar un instrumento de medición deben evaluarse al menos su validez y su fiabilidad.8,9 La validez indica si el resultado de la medición corresponde al fenómeno que se está midiendo y para denotar esta característica también se usa el término exactitud.8-10 No existen procedimientos estadísticos que proporcionen datos acerca de la validez de un cuestionario, en consecuencia se pretende establecer evidencias de ello, que permitan sostener que un instrumento mide realmente lo que pretende medir. Dentro de los tipos de evidencia de validez se destacan la evidencia relacionada con el contenido, la evidencia relacionada con el criterio y la evidencia relacionada con el constructo. Al analizar la validez de contenido se evalúa si los ítems que se han usado para construir el cuestionario son relevantes para el uso que se le pretende dar al instrumento o sea si todos los ítems están dentro del dominio de interés. Este aspecto puede cumplimentarse efectuando una consulta a un panel de expertos.8,9,11

La fiabilidad se refiere a que las mediciones sucesivas de un fenómeno estable deben arrojar los mismos resultados. Brinda una medida de cuan confiable o consistente es el instrumento cuando mide, la precisión con que lo hace y el grado de confianza que se puede tener en los resultados. Puede definirse como el grado en que los resultados están libres de desviación producida por errores de medición.8-10 Es importante tener en cuenta que la fiabilidad se refiere específicamente a los errores aleatorios. Si un instrumento es poco fiable está midiendo, aparte del atributo que pretende medir, diversas variables que son fuentes de errores aleatorios, lo que distorsionaría la medición de la variable de interés. No obstante, si un cuestionario tiene alta fiabilidad no quiere decir que sea válido; un cuestionario puede ser fiable y al mismo tiempo no ser válido.8,9 Los procedimientos utilizados para determinar la fiabilidad de un instrumento de medición utilizan fórmulas que producen coeficientes de confiabilidad, uno de los empleados cuando se desea hacer el estudio a partir de una única aplicación sin restricciones de tiempo son los métodos de consistencia interna.

La propuesta de criterios de competencias que se realizó se basa en la iniciativa de la OPS de establecer competencias profesionales para los farmacéuticos en Atención Primaria de Salud. Además, se fundamenta en la existencia de un Sistema Nacional de Salud estatal con políticas homogéneas y en el reconocimiento del papel del farmacéutico, como experto en medicamentos, en la solución de los problemas relacionados con el uso de los medicamentos tanto a nivel comunitario como hospitalario y en su accionar directo con el resto de los profesionales de la salud. En nuestra opinión existen las condiciones objetivas y subjetivas para iniciar el camino hacia el establecimiento de competencias profesionales para los farmacéuticos que laboran en el sector asistencial; para lograr esto deben identificarse las competencias y los niveles de desempeño que debe exhibir el farmacéutico en los SF de manera general y someter la propuesta a un proceso de validación. Es, por tanto, imprescindible contar con un instrumento validado que permitan medir dichas competencias. El objetivo del presente trabajo fue diseñar y validar un instrumento permita evaluar las competencias y los niveles de desempeño del profesional farmacéutico asistencial.

 

MÉTODOS

DISEÑO DEL INSTRUMENTO

Se diseñó un instrumento que pueda ser aplicable tanto al ámbito comunitario como hospitalario. Se tomó, como punto de partida, los elementos aportados por la revisión de la literatura y se empleó el método de Tormenta de Ideas para la determinación de las dimensiones, variables e indicadores.

VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO

Para garantizar la validez relacionada con el contenido se utilizaron los Criterios de Expertos a través del Método Delphi.12,13 Se realizó la determinación de Coeficientes de Consistencia Interna Alfa de Cronbach14 para evaluar la confiabilidad del instrumento.

CONSTITUCIÓN DEL PANEL DE EXPERTOS

Para constituir el panel de expertos se establecieron los criterios de selección, se calculó el número óptimo de expertos para realizar la validación y se determinó el coeficiente de competencia de los especialistas. Los criterios de selección fueron los siguientes:

1. Poseer el título de Máster en Farmacia Clínica o el grado de Doctor en Ciencia.

2. Tener 10 años de experiencia o más en los servicios farmacéuticos o en el ejercicio de la docencia.

3. Obtener en un coeficiente de competencia entre 0,25 y 1 (0,25£ k£1)15

Se estimó la población de especialistas que pudieran actuar como expertos (N) a partir de los profesionales del sector académico y de los servicios farmacéuticos que cumplieran con los criterios 1 y 2 anteriormente expuestos; la población estimada fue en nueve especialistas. Para la determinación del número de expertos a constituir el panel, se fijaron los parámetros que se muestran en la tabla 1, que además se le incluye el valor de los estadígrafos; para el cálculo se empleó la siguiente expresión:15,16

 

EVALUACIÓN DE LA COMPETENCIA DE LOS EXPERTOS

Se determinó la competencia de los expertos mediante el cálculo del coeficiente K, para el cual fue aplicada la siguiente fórmula:15,16

Dónde: K es el coeficiente de competencia; kc es el coeficiente de conocimiento o información que tiene el experto acerca del problema; ka es el coeficiente de argumentación o fundamentación de los criterios del experto.

El valor de kc se obtiene al procesar la planilla de autoevaluación en la cual cada experto evalúa, en una escala de 1 a 10, su experticia en el campo donde se ubica el problema, en este caso, los servicios farmacéuticos. El valor ka se determina en la misma planilla a partir del grado de influencia que han tenido diferentes fuentes en el conocimiento de cada uno de los expertos, clasificándolas en Alto (A), Medio (M) y Bajo (B). De esta forma, si el coeficiente ka es 1,0, el grado de influencia de todas las fuentes es alto, si ka es 0,8, es un grado medio y si es igual a 0,5, se considera con grado bajo de influencia de las fuentes. El coeficiente de competencia se debe encontrar en el rango 0,25£k£1. Las fuentes de argumentación y puntuación asignada aparecen en la tabla 2.15,16

CRITERIOS PARA LA EVALUACIÓN DEL INSTRUMENTO

La revisión se efectuó en dos rondas. Los criterios de evaluación utilizados siguieron el esquema propuesto por Mateu y col.,17 partiendo de los planteados por Moriyama.18 Cada pregunta fue evaluada por los expertos en una planilla a partir de los siguientes criterios:18,19

Razonable y comprensible: se refiere a la comprensión de los diferentes ítems a evaluar con relación a la categoría que se pretende medir.

Idoneidad de los indicadores: se refiere a si se justifica la presencia de cada uno de los ítems que se incluyen en el instrumento.

Sencillez del Instrumento: se refiere a la facilidad con que puede ser respondido cada uno de los indicadores.

Sensible a variaciones en el fenómeno que se mide: se refiere a si el instrumento permite discriminar entre cada uno de los ítems.

Aplicabilidad del Instrumento: se refiere a la aplicabilidad que tienen los ítems en las condiciones actuales que tienen los SF.

INDICADORES PARA LA EVALUACIÓN DEL INSTRUMENTO

Los expertos otorgaron evaluación de 1, 2, 3, 4 o 5 puntos según:

Valor 1: si el criterio es inadecuado

Valor 2: si el criterio es poco adecuado

Valor 3: si el criterio es adecuado

Valor 4: si el criterio es moderadamente adecuado

Valor 5: si el criterio es muy adecuado

A partir de la evaluación efectuada por los expertos se realizó el análisis de la concordancia en los criterios y la evaluación.

CONCORDANCIA ENTRE LOS EXPERTOS

Los cuestionarios sometidos al análisis individual de los expertos y las opiniones expresadas por cada especialista fueron procesados a través de la determinación de porcentajes. Las preguntas que obtuvieron un porcentaje de concordancia entre los expertos mayor o igual a 80 % no sufrieron modificaciones, mientras que las que obtuvieron un porcentaje de concordancia entre los expertos inferiores a ese porciento fueron modificadas. Este análisis se efectuó para cada uno de los criterios tomados como referencia.

DETERMINACIÓN DE LA CONFIABILIDAD DEL INSTRUMENTO

Para llevar a cabo la determinación de la confiabilidad de seleccionó una muestra piloto de aproximadamente el 10 % de la población que esquívale a 30 farmacéuticos. En esta muestra se incluyeron farmacéuticos que laboran en la provincia La Habana en los tres niveles de atención. Se evaluó la confiabilidad del instrumento a través del Coeficiente Alfa de Cronbach empleando es programa SPSS versión 22.

 

RESULTADOS

ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DEL INSTRUMENTO

a) Información general sobre el profesional

Se consideró necesario conocer las características generales de la muestra con relación a la composición por sexos, edades, años de graduados, experiencia profesional y actividad que realiza en los Servicios Farmacéuticos (SF).

b) Dimensiones, competencias específicas y niveles de desempeño

Para definir las dimensiones, competencias y niveles de desempeño se partió de la revisión de la literatura. Fue necesario considerar las características de nuestro sistema de salud, la subordinación de los diferentes SF en los tres niveles de atención y el cambio en el papel del farmacéutico. El instrumento quedó conformado por cuatro dimensiones que son consideradas las áreas donde se deben demostrar competencias, 20 variables que equivalen a las competencias necesarias en los Servicios Farmacéuticos y 113 indicadores de desempeño.

Las cuatro dimensiones que quedaron establecidas fueron las siguientes:

1. Funciones directamente vinculadas al paciente, familia y comunidad

2. Funciones vinculadas a la gerencia, organización y gestión de los servicios farmacéuticos

3. Funciones vinculadas a la investigación, docencia, gestión de la información y del conocimiento

4. Funciones vinculadas al desempeño profesional

VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO

Caracterización del Grupo de Expertos

Se consideró en la "población de expertos" a los profesionales que reúnen algunos de los requisitos relacionados con la calificación, tiempo de trabajo en el sector o vinculados de algún modo a esa área, así como docentes de nivel universitario ligados a la formación posgraduada y la investigación relacionada con la actividad.

Para establecer la población de expertos disponibles, fueron considerados los integrantes del Claustro de Maestría en Farmacia Clínica y Doctorado en Ciencias Farmacéuticas del Instituto de Farmacia y Alimentos. También se consideró parte de la población de expertos a los profesores de centros universitarios con carrera de Ciencias Farmacéuticas, vinculados a la docencia e investigación en el área de los servicios farmacéuticos con título de Master o grado de Doctor en Ciencias. En el caso de los profesionales de los servicios farmacéuticos se determinó que debían haber desarrollado funciones directivas y de formación de profesionales además de haber alcanzado el título de Maestro en Ciencias. Se determinó que nueve miembros de toda la población debían integrar el grupo de expertos que participaría en la validación de los cuestionarios.

Dentro de los diferentes procedimientos que se reportan para objetivar la selección de expertos, en el presente trabajo se empleó el procedimiento de autoevaluación (tabla 2). Se calculó el coeficiente de competencia K para cada uno de los expertos. El coeficiente de competencia en todos los casos estuvo comprendido en el rango establecido, o sea entre 0,25 y 1,15 lo cual permitió que todos los especialistas evaluados integraran el Grupo de Expertos, cuya composición y coeficiente de competencia se muestran en las tablas 3 y 4.

VALIDEZ Y FIABILIDAD DEL INSTRUMENTO

Para determinar la validez del instrumento, el mismo fue circulado a los integrantes del grupo de expertos, solicitando la evaluación mediante los criterios de Moriyama. A partir de los criterios expresados por los expertos, se apreció la necesidad de realizar modificaciones en aquellos indicadores que obtuvieron menos del 80 % de concordancia. Las modificaciones fueron de redacción, eliminación e inclusión de indicadores relacionados con procesos que en nuestro país no son considerados una competencia del farmacéutico en los servicios y que son llevados a cabo de manera centralizada entre los que se encuentran por ejemplo la selección de proveedores, el manejo de importaciones entre otros. El trabajo se realizó en dos rondas.

Para determinar la confiabilidad del instrumento se utilizó un método de consistencia interna: coeficiente Alfa de Cronbach.

Como criterio general, George y Mallery sugieren las recomendaciones siguientes para evaluar los coeficientes de alfa de Cronbach.20

Coeficiente alfa>0,9 es excelente

Coeficiente alfa>0,8 es bueno

Coeficiente alfa>0,7 es aceptable

Coeficiente alfa>0,6 es cuestionable

Coeficiente alfa>0,5 es pobre

Coeficiente alfa<0,5 es inaceptable

Al ser aplicado el instrumento se realiza el procesamiento estadístico y se obtuvo un valor de Coeficiente Alfa de Cronbach mayor de 0,80 lo que se considera bueno atendiendo a los criterios anteriores.


DISCUSIÓN

A) INFORMACIÓN GENERAL SOBRE EL PROFESIONAL

La composición por edades y sexo permite evaluar factores motivacionales de los participantes de acuerdo a estos grupos. Aunque era de suponer en la muestra existiera una mayor composición femenina de los graduados de las Ciencias Farmacéuticas, dada por la propia composición entre los estudiantes de esta carrera, hasta el momento de realizar este trabajo, no se disponía de estudios de proporción por género de los profesionales farmacéuticos en el sector de los Servicios Farmacéuticos.

B) DIMENSIONES, COMPETENCIAS ESPECÍFICAS Y NIVELES DE DESEMPEÑO

En un inicio se consideró la posibilidad de diseñar dos instrumentos, uno para APS y otro para los niveles secundario y terciario, sin embargo, atendiendo a que no existen hasta el momento competencias definidas para nuestros profesionales farmacéuticos, la evaluación del desempeño de estos profesionales no se realiza por competencias y no existe un programa de acreditación por competencias se consideró más oportuno, para una etapa inicial establecer las competencias válidas para cualquier profesional que labore en los SF. Con las cuatro dimensiones que quedaron diseñadas se abarcan las funciones fundamentales que el farmacéutico debe desempeñar tanto en los SFC como en los SFH. En sentido general se cumple con los criterios que establece la OMS/OPS sobre el farmacéutico 7 estrellas y con las competencias del farmacéutico en APS.1,7 Además en su mayoría coinciden con los criterios establecidos para SFC y SFH por la Junta de acreditación de Andalucía5,6 aunque existen cuestiones que son particulares para nuestro sistema de salud.

VALIDACIÓN DEL INSTRUMENTO

Caracterización del Grupo de Expertos

El grado de experticia de los especialistas participantes en la evaluación del instrumento influye decisivamente en la exactitud y fiabilidad de los criterios que ellos ofrezcan. Para lograr una selección que responda a los intereses del trabajo es necesario considerar la calificación técnica de los especialistas y los conocimientos específicos sobre el objeto en estudio, entre otros factores.

Fueron considerados los integrantes del Claustro de Maestría en Farmacia Clínica y Doctorado en Ciencias Farmacéuticas del Instituto de Farmacia y Alimentos y a los profesores de centros universitarios con carrera de Ciencias Farmacéuticas, vinculados a la docencia e investigación en el área de los servicios farmacéuticos, por poseer una formación científico académica caracterizada por títulos de Máster en Ciencias o Doctores en Ciencia. Estos profesores, por su experiencia investigativa y académica, tienen la posibilidad de evaluar los proyectos formulados en este campo del conocimiento. Por su parte los profesionales de los servicios farmacéuticos aportan, a través de su experiencia práctica, los elementos relacionados con la factibilidad del instrumento y la necesaria relación entre la teoría y la práctica.

VALIDEZ Y FIABILIDAD DEL INSTRUMENTO

Como se expresa en los resultados, con el afán de acercar las competencias y desempeño del profesional a la realidad cubana, fue necesario eliminar un conjunto de competencias que el farmacéutico cubano no exhibe. Estas competencias se encuentran relacionadas con actividades que, al ser las farmacias estatales, son asumidas por diferentes instancias pertenecientes al Ministerio de Salud Pública y el Grupo Empresarial BIOCUBAFARMA. En otro orden se determinó incluir competencias relacionadas con procesos que actualmente no se desarrollan en la mayoría de los servicios (sean estos SFC o SFH) pero que constituyen una aspiración de futuro tal es el caso de las actividades relacionadas con los Ensayos Clínicos, la Atención Farmacéutica y la Gestión del Conocimiento.

Atendiendo a los criterios de George & Mallery,20 se considera que el valor del Alfa de Cronbach es bueno por lo que se considera que el instrumento es fiable.

Con los criterios de validez y fiabilidad obtenidos el instrumento se encuentra listo para su aplicación a una muestra mayor lo que permitirá determinar las competencias que ostentan los profesionales en los SF de La Habana y sus niveles de desempeño. El diseño y validación de un instrumento para medir las competencias de los profesionales farmacéuticos en los SF y sus niveles de desempeño permitirá el establecimiento de estrategias a corto, mediano y largo plazo que posibiliten alcanzar mejores niveles de desempeño en este profesional.


CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses


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Recibido: 30 de septiembre de 2016.
Aprobado: 3 de octubre de 2016.

 

 

Liliana Mateu López . Instituto de Farmacia y Alimentos. Universidad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: liliana@ifal.uh.cu

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