HISTORIA DE LA FARMACIA
La nueva Facultad de Farmacia de la Universidad de La Habana en el curso académico 1936-1937
The new Faculty of Pharmacy in the University of Havana in the 1936-1937 academic year
Pilar Marchante Castellanos, Francisco Merchán González, Amelie González Atá
Instituto de Farmacia y Alimentos. Universidad de La Habana. Cuba.
RESUMEN
El curso académico 1936-1937 fue de significativa importancia para la Escuela de Farmacia de la Universidad de La Habana porque por primera vez, desde la gran reforma universitaria de 1900, comenzó a funcionar también como Facultad y bajo la dirección de su propio decano. Durante el mencionado curso, que inició en marzo de 1937, su Claustro tomó importantes acuerdos y reinició los trámites para lograr la aprobación definitiva del nuevo y ambicioso plan de estudios que había propuesto desde 1934 como parte de la entonces Facultad de Medicina y Farmacia. Se presentan los detalles relativos a la organización, funcionamiento y resultados del curso 1936-1937, el cuadro de la enseñanza durante el mismo y otros aspectos relacionados con el proceso de aprobación del nuevo plan de estudios para la carrera de Farmacia. También se ofrecen algunos elementos sobre el ingreso a la Universidad de un grupo de jóvenes, cuyo violento y abusivo accionar, favoreció el resurgimiento de un ambiente de corrupción y tolerancia en la institución docente.
Palabras clave: Facultad de Farmacia; Escuela de Farmacia; Universidad de La Habana.
ABSTRACT
The 1936-1937 academic year was very significant for the School of Pharmacy in the University of Havana because, for the first time since the great university reform of 1900, it began operating as a Faculty under the leadership of a dean of its own. During the course started in March 1937, the faculty took important agreements and restarted all the necessary formalities to attain the final approval of the new ambitious curriculum submitted in 1934 as part of the then Faculty of Medicine and Pharmacy. Details of the organization, functioning and results of the 1936-1937 course, the teaching overview at that time and other aspects in the process of approval of the new curriculum of the pharmacy career were provided. Some other elements on the entrance of a group of young people into the university whose violent and abusive behavior favored the reemergence of a corruptive and tolerant environment in the educational institution were also given in this article.
Keywords: Faculty of Pharmacy, School of Pharmacy, University of Havana
INTRODUCCIÓN
El curso académico 1936-1937 iniciado en marzo de 1937, fue especialmente importante para la Escuela de Farmacia de la Universidad de La Habana porque por primera vez, desde que se puso en vigor la gran reforma de la enseñanza en Cuba de 1900 (conocida como "plan Varona"),1 comenzó a funcionar bajo la dirección de su propia Facultad, integrada por todos sus profesores titulares y auxiliares, un profesor agregado por cada cátedra y su propio decano. La nueva estructura universitaria, establecida en virtud de los Estatutos universitarios de febrero de 1937, constó de doce facultades, conformadas en cada una de las escuelas ya existentes, las que a su vez continuaron funcionando como tales.
Las nuevas autoridades universitarias, elegidas a comienzos del propio mes de marzo, integraron un renovado Consejo Universitario que de inmediato inició los preparativos del curso 1936-1937, después de un período de dos años sin actividad docente en la Universidad.2
Entre los primeros acuerdos del Consejo estuvo la decisión de comenzar el curso extraordinario 1936-1937 el 29 de marzo siguiente y de establecer un período lectivo especial, de no menos de 100 días, a desarrollar durante los meses de abril, mayo, junio y julio; realizar los exámenes ordinarios en agosto; disfrutar las vacaciones en septiembre; y destinar el mes de octubre para los exámenes extraordinarios.
Quedó advertido que si el curso no podía contar con el total de días lectivos anteriormente mencionado, se procedería a su cancelación y se devolvería a los alumnos las sumas que hubieran abonado por concepto de matrícula. En tal caso, quedaba prohibida toda convocatoria para exámenes, incluso para los que cursaran sus estudios por la enseñanza privada o libre.3
La dirección de la recién estrenada Facultad de Farmacia recayó en el doctor Teodoro Johnson Anglada como Decano de esta,2 quien a los pocos días fue designado para integrar una comisión de tres miembros que tuvo a su cargo la elaboración de un proyecto de reglamento por el que habría de regirse la declaración de "Profesor Eméritus" de la Universidad de La Habana.4
Por su parte, durante los meses siguientes la Facultad de Farmacia debió trabajar en dos vertientes principales: la organización y desarrollo del curso según el obsoleto plan de estudios vigente desde 1914 y la realización de las gestiones necesarias para lograr la aprobación definitiva de un nuevo plan para la carrera y su aplicación a partir del curso 1937-1938.
Resulta importante mencionar que el proceso de aprobación del nuevo plan propuesto por la anterior Facultad de Medicina y Farmacia en 1934, había quedado en suspenso desde marzo de 1935 al quedar interrumpido el curso 1934-1935 y resultar imposible desarrollar el siguiente.2
PROFESORES Y ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA
El Claustro de la Facultad de Farmacia aprobó la distribución de horas semanales para las diferentes asignaturas del plan vigente (cuya estructura se muestra en el cuadro 1)5 y acordó mantener las últimas incompatibilidades y precedencias reconocidas para este.4
Las asignaturas se mantuvieron adscritas a las cuatro cátedras ya existentes en la Escuela y fueron impartidas por el mismo personal docente, aunque los doctores que ocupaban las plazas de Ayudantes graduados pasaron a la categoría de Profesores Agregados, como se aprecia en la siguiente distribución:
- Cátedra A: Prácticas de Química y Análisis especiales
Asignaturas: Análisis especiales y Prácticas de Química aplicada a la Farmacia.
Profesores: Teodoro Johnson Anglada (Profesor Titular), Rosa Trina Lagomasino (Profesor Auxiliar), Alicia Martínez (Profesor Agregado), María Lagomasino (Profesor Agregado) y Sara Bustillo (Profesor Agregado).
- Cátedra B: Farmacografía
Asignaturas: Farmacografía primer curso y Farmacografía segundo curso.
Profesores: José Alacán Berriel (Profesor Titular), Idelfonso Bernal (Profesor Auxiliar), Silvia Alacán (Profesor Agregado), Armando Alacán (Profesor Agregado).
- Cátedra C: Farmacia práctica
Asignaturas: Farmacia práctica primer curso y Farmacia práctica segundo curso.
Profesores: Celestino García Morales (Profesor Titular), Amelia Mesa Esnard (Profesor Auxiliar), Rosa Rodríguez Bravo (Profesor Agregado), Margarita Pitaluga (Profesor Agregado) y Ernesto Trelles (Profesor Agregado).
- Cátedra D: Botánica y Bacteriología
Asignaturas: Bacteriología farmacéutica y Botánica aplicada a la Farmacia.
Profesores: José Capote Díaz (Profesor Titular), Alfredo Mazzuchelli (Profesor Auxiliar), Raúl Romero Jordán (Profesor Agregado).
El sueldo mensual asignado a cada una de las categorías docentes, según consta en el presupuesto ejecutado por la Facultad de Farmacia en el curso 1936-1937, se representa en el cuadro 2.5
MATRÍCULA Y RESULTADOS DOCENTES
La composición de la matrícula en la Escuela de Farmacia,5 que representó el 4,2 % de la matrícula total universitaria del curso 1936-1937, se presenta en la tabla 1.
Cabe destacar que la cifra de estudiantes con matrícula oficial incluye 58 con matrícula gratis, 27 de las cuales correspondieron al sexo femenino;5 y que las mujeres constituyeron el 50 % de la matrícula total de la Escuela, proporción que ya se había alcanzado desde la década precedente.6,7
Por otra parte, en la tabla 2 se muestran los resultados docentes correspondientes al propio curso, tanto en la modalidad de enseñanza oficial como privada.
En este curso, el comportamiento de los resultados docentes resultó bastante diferente entre la enseñanza oficial y la privada, pues en la primera los estudiantes solo examinaron el 73,7 % de las asignaturas inscritas; mientras que en la segunda el porcentaje fue de 97,4. Similar comportamiento se observa en los totales de asignaturas aprobadas los cuales constituyeron el 71,4 % y el 93,1 %, respectivamente, de las examinadas; aunque también se aprecia que los estudiantes de la enseñanza privada hicieron un mayor uso de la convocatoria extraordinaria.
El total de títulos de doctor en Farmacia otorgados durante el curso fue de 29, cifra que incluye a los estudiantes que debieron culminar sus estudios en el abortado curso 1934-1935. De los 29 graduados, 15 fueron del sexo femenino y dos extranjeros.
En este curso se mantuvo vigente la entrega de los premios ordinarios por parte de la Universidad y también del premio extraordinario Sarrá.5
EL PROCESO DE APROBACIÓN DE UN NUEVO PLAN DE ESTUDIOS PARA LA ESCUELA DE FARMACIA
En su sesión del 26 de abril de 1937, el Consejo Universitario acordó devolver al Claustro de Farmacia el plan de estudios aprobado por la anterior Facultad de Medicina y Farmacia en 1934, para que lo enviara al Rector en la forma comparativa que había sido dispuesta en una reciente resolución dictada a tal efecto.4
En consecuencia, el 11 de mayo el Claustro de Farmacia procedió a ratificar el plan antes propuesto, incluidas las incompatibilidades y precedencias correspondientes, y solicitó que se considerara como único a partir del curso siguiente. El Claustro también acordó que en el informe del plan quedara expresada la necesidad de crear las tres cátedras siguientes:
- Farmacología cualitativa y cuantitativa, con un Profesor Titular, un Profesor Auxiliar y un Profesor Agregado.
- Química biológica, con un Profesor Titular, un Profesor Auxiliar y un Profesor Agregado.
- Legislación y Deontología farmacéutica e Historia de la Farmacia, con un Profesor Titular y un Profesor Auxiliar.
Igualmente se acordó que en dicho informe, se hicieran constar las precisiones relacionadas a continuación:
a) Que el plan de Farmacia existente era deficiente y que, a pesar de esa deficiencia y de los esfuerzos que había realizado el profesorado de esa especialidad para transformarlo, no había sido objeto de mejora alguna durante su vigencia.
b) Que las reformas que se solicitaron demandaban un aumento no considerable en el presupuesto.
c) Que las nuevas erogaciones no tendrían lugar hasta dentro de dos años por cuanto las nuevas asignaturas correspondían al tercer y cuarto año de la carrera.9
Más adelante, el 8 de octubre, en un intento por mantener su propuesta de plan de estudios sin necesidad de crear nuevas cátedras, el Claustro de la Facultad aprobó la siguiente distribución de las asignaturas del nuevo plan, entre las cuatro cátedras ya existentes:
Cátedra A. Prácticas de Química aplicada a la Farmacia. Análisis especiales. Análisis químico cualitativo con aplicación farmacéutica. Análisis químico cuantitativo con aplicación farmacéutica. Química biológica para farmacéuticos. Ensayos bromatológicos.
Cátedra B. Farmacografía dos cursos.
Cátedra C. Farmacia práctica segundo curso. Farmacia teórico-práctica dos cursos. Farmacología cualitativa (incluyendo Primeros auxilios). Dispensación farmacéutica. Ensayos biológicos (Farmacología cuantitativa). Farmacia comercial.
Cátedra D. Botánica aplicada a la Farmacia, con determinación de plantas medicinales. Bacteriología farmacéutica. Legislación y Deontología farmacéutica e Historia de la Farmacia.
Las asignaturas Física aplicada a la Farmacia, Química inorgánica aplicada a la Farmacia, Biología animal, Matemáticas especiales para farmacéuticos y Química orgánica aplicada a la Farmacia, se cursarían en la Escuela de Ciencias, según la conformidad expresada por ésta; mientras que Anatomía y Fisiología para farmacéuticos se cursaría en la Facultad de Medicina.9
Cabe recordar que las asignaturas de la especialidad se cursaban en el edificio donde radicaban los Laboratorios "Leonard Wood", es decir, en Avenida de la Independencia (hoy Salvador Allende) y Avenida Menocal (hoy Calzada de Infanta) y en los altos del laboratorio de Física, en el recinto universitario.10
No obstante, el Consejo Universitario y el Consejo Económico de la Universidad, después de analizar el informe sobre el nuevo plan de estudios presentado por la Facultad de Farmacia, consideró que, si bien este último podía merecer el calificativo de óptimo, requería de una implementación que no estaba en correspondencia con las posibilidades económicas de la Universidad en esos momentos. En consecuencia, el Consejo Universitario, como tampoco estuvo de acuerdo con la nueva propuesta de la Facultad antes mencionada, delegó en el rector Cadenas el nombramiento de una comisión, que integraron los doctores Teodoro Johnson Anglada, Celestino García Montes, José Capote Díaz y el propio rector, para que elaborara un plan intermedio que se pudiera aplicar lo antes posible en sustitución del insuficiente plan de 1914 aún vigente en esos momentos.11
OTROS ACUERDOS TOMADOS POR EL CLAUSTRO DE LA FACULTAD DE FARMACIA DURANTE EL CURSO 1936-1937
A lo largo del curso 1936-1937, el claustro de la Facultad de Farmacia tomó una serie de acuerdos que, una vez aprobados por el Consejo Universitario, serían de obligatoria aplicación a partir del curso siguiente. Algunos de esos acuerdos fueron:
- Limitar a 50 el número de alumnos que podría ingresar cada año a la Escuela de Farmacia, bajo el amparo del artículo 133 de los Estatutos vigentes y teniendo en cuenta un fundamento puramente pedagógico, y sobre este límite de 50 alumnos conceder el 20 % que señalan los Estatutos para la matricula gratis.
- Establecer un examen de ingreso anónimo, para realizar la selección de los alumnos que matricularían en la Escuela, el cual sería evaluado por la propia Facultad según se determinara en el reglamento que se dictase a tal efecto.
- Que dicho examen comprendiera, como materia objeto de este, las asignaturas Matemática, Física, Química e Historia Natural, con la extensión que estas tenían en la Segunda Enseñanza; que constara de 20 preguntas, cinco por cada asignatura y se verificara en dos sesiones, a razón de dos asignaturas en cada sesión.
- Aceptar la renuncia de la doctora Rosa Trina Lagomasino, como delegada de la Facultad ante el Consejo Económico para el cual había sido elegida; y también la expresada verbalmente por el doctor José P. Alacán, como delegado suplente. En la propia reunión, fueron elegidos, como sustitutos, los doctores Celestino García Morales e Ildefonso Bernal respectivamente.9
En cuanto a los acuerdos tomados por el claustro de Farmacia, referentes a la limitación de la matrícula a un total de 50 alumnos y al establecimiento del examen de ingreso para esa carrera, y otros acuerdos similares tomados por los claustros de otras facultades, el Consejo Universitario, en su sesión del 25 de agosto de 1937, acordó que todo estudiante que poseyera título de capacidad para ingresar en las distintas escuelas de la Universidad podría hacerlo libremente durante el curso 1937-1938, sin someterse a exámenes, concursos, ni selecciones de ninguna clase, al tomar en consideración la irregularidad con que en esos momentos y por diversas causas, se desarrollaba el curso en los distintos centros de segunda enseñanza.12
Por tanto, en el curso 1937-1938, cuyo inicio quedó fijado para el 1º de noviembre de 1937,8 el requisito indispensable para el ingreso en la Escuela de Farmacia sería la posesión del título de bachiller, expedido por los institutos de segunda enseñanza de la República de Cuba, o un título similar expedido por alguna universidad o colegio extranjero, previa aceptación por la Facultad.
EL INGRESO DE LOS "BONCHISTAS" EN LA UNIVERSIDAD
A partir de 1937 comenzaron a ingresar en la Universidad algunos jóvenes, que se identificaron como "bonchistas", procedentes del Instituto de Segunda Enseñanza de la Víbora, fundamentalmente, y del Instituto No. 1 de La Habana. Aunque la mayoría de ellos matriculó en las facultades de Derecho y de Ciencias Sociales, sus fechorías alcanzaron todo el ámbito universitario.
El accionar gansteril de esos jóvenes fue una consecuencia de la situación creada en el país después de la dictadura machadista durante la cual, a falta del adecuado funcionamiento de la justicia institucional, se impuso la política del ajuste personal de cuentas y comenzaron a tomar auge en el país los llamados "grupos de acción" que fueron utilizados con fines políticos, de venganza personal o, simplemente, para imponer autoridad mediante el abuso de la fuerza y la intimidación.
Como todos los grupos políticos del período postmachadista se encontraban representados de una forma u otra en la Universidad, el "bonche" universitario fue utilizado por elementos políticos y profesores corruptos para cometer fechorías de todo tipo en la institución. Ejemplos de ellas fueron la obtención de calificaciones o aprobados en las asignaturas; de puestos de trabajo por los que se cobraba sin trabajar, de recompensas económicas, así como otras prebendas similares. En realidad, los llamados "bonchistas" eran individuos a sueldo, pagados por cualquier personaje de la politiquería de esos momentos, que hacían lo que fuese necesario para cumplir la encomienda recibida o para alcanzar sus propias ambiciones personales.13
En la Facultad de Farmacia, la doctora Rosa Trina Lagomasino fue víctima de los bonchistas mientras explicaba una de sus clases correspondiente al curso 1936-1937, acción que fue condenada por la Junta de Profesores de la Facultad, en su reunión del 11 de junio de 1937. La Junta también solicitó se efectuaran las gestiones necesarias para conocer el autor o autores de ese lamentable hecho y se procediera a la corrección disciplinaria correspondiente.9
No obstante, los primeros hechos protagonizados por los bonchistas en el curso 1936-1937 fueron solo el preludio de la grave situación de impunidad y tolerancia que se apropió de la Universidad a partir de ese momento, a pesar del valiente esfuerzo de muchos estudiantes y profesores por impedirlo.13
CONSIDERACIONES FINALES
A pesar de la urgencia de una renovación total, la Universidad de La Habana avanzó lentamente en ese proceso una vez instaladas sus nuevas autoridades en marzo de 1936. Muestra de ello fue la excesiva demora en evaluar las posibilidades de implementar el nuevo plan de estudios propuesto por la Facultad de Farmacia, que debía sustituir al obsoleto e insuficiente plan de tres años, vigente durante más de dos décadas.
Por esa razón, la Escuela de Farmacia no solo debió aplicar el antiguo plan durante el curso 1936-1937, sino que resultó incapaz de aplicar uno nuevo a partir del curso siguiente porque el salto cualitativo y cuantitativo que se propuso imprimir a este fue demasiado ambicioso y se consideró por encima de las posibilidades reales con que contaban la propia Escuela y la Universidad para acometerlo en esos momentos. No obstante, el mencionado curso fue propicio para que la nueva Facultad de Farmacia comenzara a trazar su propio destino y lo pudiera defender de manera directa en el seno del Consejo Universitario.
Lamentablemente, el ingreso de un grupo de jóvenes violentos a la Universidad enturbió los intentos para normalizar su desempeño y rescatar, a partir de 1937, el valioso tiempo perdido durante los años precedentes.
Conflictos de intereses
Los autores declaran no presentar conflicto de intereses.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Marchante Castellanos P, Merchán González F. La carrera de Farmacia en la Universidad de La Habana durante los cursos 1900-1901 Y 1901-1902. EL Plan Varona Rev Cubana Farm. 2010 [citado 17 sep 2015];44(3):408-20. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75152010000300015&lng=es&nrm=iso&tlng=es
2. Marchante Castellanos P, Merchán González F, González Atá A. La Escuela de Farmacia en el contexto universitario de enero de 1934 a marzo de 1937. Rev Cubana Farm. 2015 [citado 17 sep 2015];49(4):[aprox. 19 p.]. Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/far/vol49_4_15/far16415.htm
3. Boletín Oficial Universitario Año III, No. 6. Vol. II: La Habana: Universidad de La Habana; 1937.
4. Boletín Oficial Universitario. Año III, No. 7. Vol. III. La Habana: Universidad de La Habana; 1937.
5. Universidad de La Habana. Memoria Anuario correspondiente al curso académico de 1936 a 1937. La Habana: Cárdenas y Compañía; s/f.
6. Marchante Castellanos P, Merchán González F, González Atá A. La carrera de Farmacia en Cuba desde el curso 1921-1922 hasta el 1924-1925. Rev Cubana Farm. 2013 [citado 17 sep 2015];47(3):408-20. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75152013000300014&lng=es&nrm=iso
7. Marchante Castellanos
P, González Atá A, Merchán González F. La Escuela de Farmacia
en el contexto universitario cubano de 1925 a 1933. Rev Cubana Farm. 2015
[citado
17 sep 2015];49(1):171-87. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-75152015000100017&lng=es&nrm=iso&tlng=es
8. Boletín Oficial Universitario Año IV, No. 1. Vol. IV: La Habana: Universidad de La Habana; 1938. p. 86-9.
9. Boletín Oficial Universitario. Año III, No. 12. Vol. III: La Habana: Universidad de La Habana; 1937. p. 279-81.
10. Catálogo General de la Universidad de La Habana y Memoria Anuario correspondiente al curso 1937-1938. La Habana: Universidad de La Habana; s/f.
11. Boletín Oficial Universitario. Año IV, No. 2. Vol. IV. La Habana: Universidad de La Habana; 1938.
12. Boletín Oficial Universitario. Año III, No. 13. Vol. III. La Habana: Universidad de La Habana; 1937.
13. De Armas R, Torres-Cuevas E, Cairo Ballester A. Historia de la Universidad de La Habana: 1930-1978. Vol. 2. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1984.
Recibido: 5 de
noviembre de 2015
Aprobado:
7 de enero de 2016
Pilar
Marchante Castellanos. Instituto de Farmacia y Alimentos. Universidad de
La Habana. Cuba.
Dirección electrónica: pilarmc2003@yahoo.es
Enlaces refback
- No hay ningún enlace refback.
Copyright (c) 2018 Pilar Marchante Castellanos, Francisco Merchán González, Amelie González Atá
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.